El Proyecto que he desarrollado para Bilbao está basado en la naturaleza y en los eventos meteorológicos conectados con una temporalidad subjetiva. « Mi propósito es crear una serie con una dimensión poética, entre el diario personal y el almanaque, jugando con las luces y las sombras, las opacidades y las transparencias. La noción de temporalidad en relación a los elementos naturales, y su observación, atraviesa estas ideas. Mi proceso de trabajo se centra en explorar un territorio mediante la materialidad fotográfica; la experimentación en el laboratorio y las sucesivas manipulaciones entre técnicas son la base de cada una de mis series. Mi intención es trabajar en impresiones fotográficas sobre cristal fotosensible con gelatina de plata. Este proceso, mezclado con pintura, acerca la imagen a una dimensión pictórica, jugando con la transparencia del vidrio y la densidad de la pintura. »
Nacida en Metz en 1984, Anaïs Boudot es graduada por la École Nationale Supérieure de la Photographie en 2010, y por Le Fresnoy-Studio en 2013. La galería Binome la ha representado desde la exposición « Mouvements de Terrain ». En 2016 obtuvo el Grand Prix Samaritaine de la jeune photographie, presidido por Sarah Moon y Antoine Arnault, por su trabajo en blanco y negro, teñido de pictorialismo y surrealismo, centrado en el uso de los volúmenes arquitectónicos y de la luz específica de los lugares. Ha sido recientemente miembro de la Casa de Velázquez en Madrid, y continúa su trabajo basándose en los procesos de formación de la imagen y explorando las diversas técnicas fotográficas. En un constante ir y venir entre la fotografía analógica y la digital, en el que muestra o disuelve el límite que las demarca, examina lo específico que sitúa este medio en un lugar aparte. Mediante la fotografía, pero también a través de instalaciones y vídeo, crea imágenes híbridas, enigmáticas e hipnóticas, fuera del tiempo y lo más cercanas posible a la experiencia personal.
El paisaje y la luz son centrales en sus preocupaciones. Los límites entre el espacio y el tiempo son porosos, experimentados como espacios mentales en el ámbito del recuerdo. Sirviéndose de las nociones de “presencia/ausencia”, distorsión perceptual y de los límites de lo visible, su enfoque es voluntariamente dirigido hacia los intersticios formados entre el tiempo y el movimiento.